Cómo entender mi estilo de liderazgo IV

Estilo de liderazgo permisivo
Por: René Alvarado
Noviembre 20, 2006


DESCRIPCIÓN:
Un líder permisivo toma decisiones con rapidez y, muchas veces, sus sentimientos y/o emociones influyen mucho sobre estas decisiones. En su comunicación es muy impulsivo, sin embargo, se expresa con un tono de voz agradable. Es muy extrovertido y le encanta estar siempre ocupado. Mantiene un estilo de vida activo con mucho entusiasmo.

Tiende a arriesgarse en la toma de nuevas decisiones para su vida. Le desagrada la monotonía y la vida cómoda. Ve la rutina como su enemiga y en varias ocasiones es demasiado flexible a la hora de cambiar las decisiones.
Le encanta escuchar a la gente, pero es habitual que interrumpa para ofrecer sus consejos o recomendaciones. Le encanta escuchar y compartir historias exitosas de personas.
Es un líder muy accesible, le encantan las conversaciones casuales porque en estas considera que se toman las mejores decisiones. Prefiere trabajar con otras personas y apoyarlas incondicionalmente.

PUNTOS FUERTES
1) Estilo de vida entusiasta.
2) Buen comunicador.
3) Mantiene el optimismo en todo momento.
4) Creativo e innovador.
5) Le gusta trabajar con las personas.
6) Espontáneo.

OPORTUNIDADES DE MEJORA
1) Muy emotivo y preocupado.
2) Habla demasiado.
3) Muy idealista.
4) Tiene metas inalcanzables.
5) Desorganizado con las tareas y los recursos.
6) Impulsivo.


ESCENARIOS EN LOS QUE SE VE INVOLUCRADO UN LÍDER PERMISIVO

Un líder permisivo puede convertirse en una persona demasiado tolerante.

Le es difícil decir “NO” a las personas que le rodean.

Cuando los miembros de su equipo sobrepasan los límites acordados, simplemente se traza otra línea o hace caso omiso al problema.

Tiende a ver solo lo bueno de sus colaboradores.

Un líder permisivo se ofrece voluntariamente a ser manipulado.

RECOMENDACIONES PARA FORTALECER SU LIDERAZGO

Un líder permisivo puede mejorar su imagen ante su equipo si:

Es más firme en comunicar los límites.

Su “SÍ” es “SÍ” y su “NO” es “NO”.

Se dedica a escuchar más y formula preguntas para descubrir objetivos ocultos.

Es consciente de la dificultad de decir “NO”, y se mantiene firme.

Se concentra en las prioridades y en mantener los compromisos.

Escribe sus proyectos, cumple las tareas y cuida los detalles. Ser disciplinados nos ayudará a enseñar con el ejemplo.