Hijo de Creyentes, Líder de Creyentes

por Miguel de Marco


Tal vez una de las cosas que más persigue a los que sirven en distintos ministerios, es la legitimidad y credibilidad de su función. ¿Por qué yo y no él? ¿Qué hay de mejor en mi vida como para liderar este pueblo que el Señor compró con su sangre?...

Había una vez un rey del pueblo de Díos que se llamaba Roboam. Este fue el hijo de Salomón que lo sucedió en el reinado y a quien se le dividió el reino en dos. Su padre, el rey Salomón, había resistido exitosamente las ínfulas de un guerrillero sedicioso, Jeroboam, quien había querido aprovecharse de la situación para alzarse con gran parte del pueblo.





Volviendo a Roboam, vemos en él varias vivencias de alguien que ha vivido y trasuntado en medio del pueblo de Dios, para terminar también como muchos terminan dentro del pueblo de Dios.


  • ORDENACIÓN
    Al morir Salomón. Roboam es ordenado rey sucesor sobre las doce tribus. En Siquem se hizo la ceremonia y todos fueron allí a honrarlo.


  • GOBIERNO
    Evidentemente, era la persona de Salomón la que había mantenido unida a toda la nación. Muerto él, no costó mucho que las diez tribus del norte se encolumnaran nuevamente tras el revolucionario Jeroboam para peticionar alivios fiscales. Ante esta situación, el nuevo rey trató de seguir el consejo de su padre, de que en la multitud de consejeros está la sabiduría. Sin embargo, en lugar de buscar multitud de consejeros, buscó cantidad de opiniones, lo cual no es lo mismo.

    El resultado es que la percepción de sus amigos prevaleció sobre el parecer de la gente de años y perdió la pulseada; su reino se dividió. Los ancianos le habían dicho que si él se hacía siervo a ellos, ellos serían sus siervos para siempre (1 Re. 12.7). Aquí. este hijo del sabio rey desconoció otro proverbio de su padre: La blanda respuesta... (Pr. 15.1).


  • RESPUESTA
    La primera reacción de este hombre es enviar a los sediciosos su «hombre malo». Adoram, el jefe de los trabajos tozados, arremete contra los indómitos para mostrar la firmeza y dureza del liderazgo. El pueblo lo mató a pedradas.

    ¿Cuál fue el próximo paso de Roboam? Pues armar el ejército para recuperar las provincias perdidas. El contaba con el derecho; era el legítimo rey y su responsabilidad era la de gobernar bien y mantener unida y sujeta a la nación. Su sentido común y su rol le daban la razón.


  • LA GRACIA DE DIOS
    Aunque sus razonamientos no tuvieran reparos lógicos, él estaba viviendo a su propio parecer. Sin embargo, el mismo Señor tiene misericordia y le envía uno de sus hombres, poniendo una cuota de madurez en medio de las tensiones y corrillos que deben haber abundado en el palacio. Semaías, hombre de Dios, se acercaría para decirle que no subiera ni peleara con ellos, dado que Dios estaba detrás de todo eso (2Cr. 11.4).


  • APOYO IMPORTANTE
    La Biblia nos cuenta que de todas partes de Palestina comenzaron a llegar a Judá los Levitas. La religión era muy importante en la vida cotidiana y política dé la nación, y el recibir el apoyo de toda la clase clerical fue una confirmación valiosa para el ánimo de este flamante y sacudido gobierno. Y cuenta la Palabra que quienes habían resuelto en su corazón buscar a Jehová, fueron a Judá y apoyaron y fortalecieron a la autoridad en los primeros años.


  • SAGACIDAD
    Roboam había venido formando una familia grande. Entonces, tomó a sus hijos y los colocó en lugares clave por todo el territorio, con sus mujeres y sus siervos. De esta manera evitaría la competencia y a la ociosidad entre sus hijos, a la vez que dispondría de una fuerte lealtad en las diferentes regiones.


  • INDEPENDENCIA
    Una vez afirmado y fortalecido, el rey no reconoce más al Rey sobre él. Roboam, ahora bien afirmado, es aleja del Señor y todo el pueblo con él.


  • DISCIPLINA
    Es en esta situación en que el Señor vuelva a ejercer misericordia sobre el nieto de David y envía a Sisac, rey de los egipcios, quien avanza sobre Jerusalén, arrasando con todas las ciudades fortificadas a su paso. Además de el hecho disciplinario, Dios le envía al profeta que explícitamente habla al rey diciéndole que esto se debe a su pecado. Ante esto, el rey y su príncipes se humillaron delante del Señor y dijeron: Justo es el Señor.


  • PERDÓN
    El Señor ve el arrepentimiento y lo juzga sincero. Es por eso que detiene a Sisac y los guarda de la destrucción. Sin embargo, ve la necesidad de continuar la disciplina: para que aprendan... (2Cr. 12.8). Y las cosas mejoraron en Judá (12).


  • DILAPIDACIÓN
    No duraría mucho la renovación espiritual de este hombre: el epílogo del relato dice que Roboam hizo lo malo ante los ojos de Jehová, no andando en los caminos de David, su abuelo.

¿Cuáles son los elementos que vemos en la vida de este hombre? Sin duda que una vida tiene muchas cosas que aquí no ven la luz, pero sí vemos un líder del pueblo de Dios en medio de tensiones, rebeliones, consejos de sabios, opiniones de amigos, reacciones lógicas,) apelaciones a sus legitimidades, el amor y la misericordia de Dios, geopolíticas, su disciplina, etcétera para terminar con un epílogo propio de quienes, aun en medio del pueblo divino, no cultivaron un corazón íntegro para su Señor.


Vivir un rol legítimamente conseguido no me nace espiritual, así como tampoco basta con la compañía de ancianos sabios ni el apoyo de los ancianos religiosos. Recibir Palabra especial de Dios a través de un profeta y experimentar la disciplina del Señor –aun respondiendo positivamente a ella- no alcanza para hacer un hombre de Dios. El abuelo de Roboam tenía una «conformidad de corazón» con Dios, y no una mera legitimidad por razonamientos humanos ni por apoyos externos. El principal apoyo era interno: su propio corazón fiel y leal a Dios.


Ser un líder del pueblo de Dios puede reducirse a lógicas como las que sostenían y marcaban a Roboam. En cambio el ser un líder de Dios requiere de la conformidad de corazón para que el mismo Señor pueda acompañar desde los Cielos el trabajo de sus varones, atando y desatando por la obra del Espíritu Santo. Buscar la Palabra de Dios. Buscar a Dios en oración, confesar al Señor en público, honrar al Señor en nuestra intimidad, andar en santidad y diligencia y practicar la llenura del corazón con el Espíritu Santo son las cosas que darán forma diariamente a nuestro corazón para con Dios.


En la medida en que conformemos nuestro corazón al de Nuestro Señor Jesucristo las legitimidades legales pasarán a un segundo plano, y la obra de Dios dispondrá de varones espirituales que batallan día tras día, tras las buenas cosas que Dios ya preparó para que anduviésemos en ellas.


Apuntes Pastorales. Volumen VIII Número 3.


Liderazgo MVP un lugar para todo lider cristiano.