No teniendo confianza en la carne. (Filipenses 3:3)
Como hijos de Dios, tenemos el privilegio de confiar en Él para todo, no solamente para algunas cosas, sino para todo cuanto necesitemos. Cuando confiamos, tenemos gozo y paz, y estamos libres de presión. Por otro lado, cuando depositamos la confianza en nosotros mismos, luchamos y fracasamos. Tenemos que fijarnos una meta: No confiar en la carne. Se requiere de una decisión firme para no confiar en nosotros mismos. Es algo completamente natural de la naturaleza humana la confianza en sí mismos. Gálatas nos enseña que la carne se opone al Espíritu, y el Espíritu se opone a la carne. (Gálatas 5:17.) Si sembramos en la carne, cosecharemos destrucción. (Gálatas 6:8.) Nuestra confianza [dependencia] pertenece a nosotros, y debemos escoger en quién o en qué depositarla. Sabemos que Jesús es la Roca -todo lo demás es arena movediza-. Eso significa que somos sabios cuando confiamos en Él -la única fuente de estabilidad. Empéñate en crecer hasta tal punto que puedas decir:"Solamente en Cristo pondré mi confianza". Entonces, y solo entonces, vendrá el gozo, la paz, la victoria y solo Él recibirá toda la gloria.
Ora así:
"Padre, deposito toda mi confianza en ti. Te entrego mi voluntad y recibo tu gozo y paz. En el nombre de Jesús, ¡amén!
Liderazgo MVP un lugar para todo lider cristiano.