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Como mejorar tus habilidades de comunicación
La importancia del estilo de comunicación
La publicación del libro de Daniel Goleman, La Inteligencia Emocional, supuso un hito importante en la forma de entender las relaciones interpersonales en el mundo de la empresa actual.
Goleman consiguió explicar algunas de las razones por las que ciertas empresas llegaban a alcanzar importantísimos éxitos mientras otras desaparecían devoradas por la competencia. A partir de ese momento se puso de relieve la importancia de los modelos de comunicación.¿Cuáles son estos modelos de comunicación? Veamos sus características más importantes:
1. Comunicación agresiva
Se trata de un estilo de comunicación basado en la jerarquía. Es un estilo directivo donde la información fluye en un único sentido: de arriba hacia abajo. En este modelo se asume y presupone que quien tiene el poder y el cargo más elevado tiene también más conocimientos, dotes y habilidades para realizar el trabajo.
El cumplimiento de metas se consigue a través de la intimidación y del poder que confiere la posición dentro de la jerarquía establecida. Las relaciones interpersonales que se derivan de este estilo de comunicación están a menudo cargadas de resentimiento, enfado y desgana. No hay auténtica motivación para realizar el trabajo, las personas se limitan a cumplir con la norma.
2. Comunicación asertiva
Este estilo de comunicación está basado en la confianza mutua. Es un modelo participativo donde la información fluye en todas las direcciones: de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba y en horizontal.
Los éxitos que se consiguen con la comunicación asertiva surgen de la implicación personal y de la motivación. El papel del gerente asertivo es dar alas a cada empleado para que aporte lo mejor de sí mismo a la empresa. Para ello debe poner en práctica el menú de habilidades de la comunicación y saber elegir en cada situación la estrategia más adecuada.
¿Por qué cambiar nuestro estilo de comunicación?
Porque, así como las empresas deben plantearse el modo en que establecen sus relaciones con empleados y clientes, cada uno de nosotros debemos plantearnos cómo llegar a ser más eficientes en nuestra comunicación con los demás.
Porque las empresas se han convertido en microcosmos de relaciones interpersonales en los que cada uno de nosotros nos desarrollamos y socializamos. Piensa en el tiempo que permaneces en tu puesto de trabajo. Debemos intentar que este tiempo nos haga sentir mejor no solo a nivel profesional sino también personal. Si nos volvemos socialmente más eficientes aumentará nuestra autoestima.
Porque las empresas ya no pueden permitirse funcionar de espaldas a la motivación de sus empleados. Si no quieres quedarte estancado, si quieres avanzar con la empresa, debes prepararte y aprender a motivar a los demás, saber cómo apoyarlos y, por supuesto, saber cómo comunicarte con ellos.
A pesar de la importancia que tienen las habilidades de comunicación en la mejora de las relaciones interpersonales, no están incluidas en los planes educativos de las escuelas, aunque parece que tímidamente han comenzado a hacer su aparición en algunas escuelas de negocios. Lo importante no es solo que conozcas cuáles son estas habilidades, sino también que las practiques y las utilices siempre que puedas en tus relaciones laborales y personales.
¿Qué debemos tener en cuenta antes de poner en práctica las habilidades de comunicación?
1. Sensación de falta de espontaneidad inicial
Tenemos que estar preparados. En un primer momento, la puesta en práctica de estas habilidades se percibe como algo artificioso y mecánico. Ésta es una de sus principales contradicciones, ya que el sentido común nos dice que en las relaciones con los demás deben imperar la espontaneidad y la naturalidad.
Es cierto, pero nos ocurre lo mismo ante cualquier situación en la que comenzamos a practicar una nueva habilidad. Por ejemplo, cuando aprendemos un idioma. Al principio tenemos que esforzarnos por encontrar la palabra adecuada, buscar el giro correcto o hacer uso continuamente del diccionario. Cuando nos iniciamos en el uso de las habilidades de comunicación necesitamos también un poco de práctica y repetir cada estrategia para incorporarla con naturalidad al repertorio de nuestras propias conductas.
2. No todo es nuevo
Efectivamente, muchas de las habilidades que vamos a explicar ya existen en nuestro repertorio conductual y en ocasiones las empleamos en nuestra vida privada o profesional. Desde aquí vamos a intentar exponer las ventajas de sistematizar y mejorar su uso, así como adquirir otras habilidades que no poseemos y que, por ese desconocimiento, omitimos.
3. Repetir, repetir y repetir
Debemos recordar que el solo hecho de conocer cuáles son las habilidades de comunicación no supone de por sí una mejora del comportamiento social. Podemos decir que se trata de una condición necesaria pero no suficiente. Para la correcta puesta en práctica de estas habilidades hemos de tener en cuenta la situación concreta en la que nos encontramos y no perder de vista el objetivo que queremos alcanzar.
Una habilidad para cada ocasión
Compartimos con nuestros compañeros de trabajo un tercio de nuestro tiempo. Esto es así en el mejor de los casos, porque hay situaciones en las que el tiempo pasado dentro de la empresa es igual o mayor que el dedicado a la vida personal y al descanso juntos. En este tiempo dedicado a la empresa tenemos que afrontar situaciones muy diversas. Buenos y malos ratos. No todo son alegrías:
Recibimos críticas de jefes, compañeros y subordinados con las que no siempre estamos conformes.
Sufrimos objeciones a nuestro trabajo aun cuando nos hemos empeñado a fondo por hacerlo bien.
Nos vemos continuamente inmersos en conflictos por malentendidos.
En ocasiones nos vence el desánimo…
Ante cada una de estas situaciones debemos “elegir la habilidad” más adecuada de tal manera que nuestras relaciones con los demás no se vean resentidas. Esas habilidades son las siguientes:
– Escucha activa
– Empatía
– Resumir
– Hacer preguntas
– Ser recompensante
– “Mensajes Yo”
– “Disco rayado”
– Proporcionar información útil
– Guiar el pensamiento
– Buen humor
– Elegir el momento adecuado
Dada la importancia que tiene cada una de ellas creemos que es necesario tratarlas por separado. En nuestro próximo encuentro aprenderemos un poco más acerca de cómo debemos escuchar: practicando la escucha activa.