Ciertamente son muchos los obstaculos que podemos encontrarnos cuando de manejar eficazmente el tiempo se trata. En este articulo que encontre en Liderazgo y mercadeo nos habla sobre algunos de ellos y los clasifica en:
Visibles y Ocultos, Internos y Externos
Quien podría asegurar que saca el máximo de su tiempo. Que lo emplea del mejor modo posible para su plena realización y para el logro de los más valiosos objetivos. Que se sirve de el para construir la felicidad propia y la de los seres queridos.
Existen "Ladrones del tiempo" bastante numerosos y tanto mas temibles, cuanto mas ocultas y disimulados. Identificarlos es el camino para acabar con ellos.
Entendemos por "enemigo o desperdiciador del tiempo" cualquier circunstancia que se opone a la consecución de nuestros objetivos, o simplemente, que nos aparte de nuestros valores.
Existen enemigos visibles y ocultos, externos e internos, controlables y no controlables.
Los mas frecuentes
Algunas enemigos son obvios y fáciles de identificar. Por ejemplo:
Los verborrea como estilo de comunicación
Las repeticiones inútiles
El lenguaje confuso y ambiguo
El desorden
La indecisión
La manía de pasar demasiado tiempo haciendo cosas sin aclarar intenciones, objetivos y propósitos.
La costumbre de adoptar rituales que son meros formulismos muertos y vacíos.
Confundir la urgente con lo importante.
Con facilidad caemos en la ilusión de que los enemigos de nuestro tiempo son externos, pero la realidad es que muchos de los más temibles se encuentran en nosotros mismos.
Enemigos del tiempo
Externos
Interrupciones del teléfono
Interrupciones por visitas inesperadas
Urgencias
Mobiliario Incomodo
Incapacidad de los subalternos
Falta información adecuada
Liderazgo deficiente
Tramites excesivos (burocracia)
Ruidos y Distractores visuales
Sistemas de Comunicación deficientes
Internos
No saber decir "no"
Querer acaparar actividades por no saber delegarla
Sobrestimar las propias capacidades
Aplazar y dejar las cosas para después
Indisciplina en el cumplimiento de los propios planes
Confusión y desorden en la propia oficina
Falta de motivación, indiferencia
Tensión y preocupaciones
Obsesión por lo trivial, meticulosidad
Inconstancia, habito de dejar tareas inconclusas
Todos estamos de acuerdo en que es más fácil identificar los enemigos de la primera columna (externos) que los de la segunda.
Algunos enemigos que no son temibles en si, se vuelven peligrosos cuando se combinan con los factores internos.