Dale Carnegie autor del bestseller "Como ganar amigos e influenciar en la gente" dijo: "Recuerde que para una persona, su nombre es el sonido más dulce y más importante en cualquier idioma."
Recuerdo el día que comprendí el poder de mencionar los nombres de las personas. No fue hace mucho, pues considero que recordar los nombres de las personas es una de mis peores cualidades. Hasta este día consideraba esta sugerencia de los nombres como una pérdida de tiempo. Me encontraba en un restaurante de comidas rápidas. La cajera estaba trabajando sola y había mucha fila. Como siempre muchos de los compradores solo la seguían presionando y ella trataba a todos como sus enemigos. Pero al llegar mi turno dije su nombre antes de ordenar. Ella me miro asombrada y con una sonrisa dijo: muy buenas tardes su orden por favor.
Puede que parezca sencillo lo que ocurrió ese día pero para mí no lo fue. Yo trabaje como despachador en un negocio y se cuán difícil es tratar con las personas que en su mayoría solo piensan en ellos. No toman en consideración que estas solo, que eres humano y que no es tu culpa que ellos estén amargados. En aquellos días como despachador en ocasiones deseaba brincar el mostrador y gritarle a la persona que era solo uno y que estaba haciendo lo mejor que podía para que saliera lo antes posible. Les cuento esto para que entiendan al nivel de estrés que se puede someter a una persona, en especial en un establecimiento que promete comida rápida. Cualquier error es fatal y para colmo hay muchas personas dispuestas a recordártelo.
Si tomamos en consideración el nivel de estrés que pudo estar sintiendo esta persona y la reacción que tuvo al escuchar su nombre nos daremos cuenta del poder que tiene el llamar a las personas por su nombre. El recordar el nombre de las personas nos dará la ventaja de hablar con una persona con un corazón dispuesto a escucharnos tal como lo hizo la cajera. Ella estuvo dispuesta a darme un mejor servicio y sonrió mientras lo hacía. Piense por un momento como se sintió cuando alguien que no esperaba que recordara su nombre lo llama por su nombre. ¿No se sorprendió? Acaso no se sintió como que era importante o especial solo porque recordaron su nombre.
No tengo que hablar mucho más solo piensen como se sienten cuando alguien que aprecias te llama por el nombre equivocado. Conozco personas que matarían por esta equivocación. Lo sé porque he tenido que correr mucho. Si a ustedes al igual que a mí se les hace difícil recordar los nombres aquí les doy algunas sugerencias que tome de John Maxwell. Él llama a este método: SAVE (seguro).
S (Say the name) Diga el nombre al menos tres veces en la conversación.
A (Ask) Haga una pregunta sobre el nombre. Ej. ¿Cómo se deletrea?
V (Visualize) Relacione el nombre con una cualidad de la persona.
E (End) Finalice la conversación mencionando el nombre de la persona.
Algo que me llama mucho la atención es saber que Dios siempre nos llama por nuestro nombre. En realidad dudo que lo haga de casualidad.